Que fácil es agitar un pañuelo a la tropa solar
del manifiesto marxista y la historia del hambre
que fácil es suspirar ante el gesto del hombre
que cumple un deber
y regalarle ropitas a la pobrecita
hija del chofer
que fácil de enmascarar sale la oportunidad.
Que fácil es engañar al que no sabe leer
cuántos colores, cuántas facetas tiene el pequeño burgués.
Que fácil es trascender con fama de original
pero se sabe que entre los ciegos el tuerto suele mandar
que fácil de apuntalar sale la vieja moral
que se disfraza de barricada
de los que nunca tuvieron nada
qué bien prepara su mascara el pequeño burgués.
Viva el harapo señor
y la mesa sin mantel
viva el que huela a callejuela
a palabrota y taller.
Desde una mesa repleta cualquiera decide aplaudir
la caravana en harapos de todos los pobres
desde un mantel importado y un vino añejado
se lucha muy bien
desde una mesa gigante y un auto elegante
se sufre también
en un amable festín se suele ver combatir.
Si fácil es abusar más fácil es condenar
y hacer papeles para la historia para que te haga un lugar.
Que fácil es protestar por la bomba que cayó
a mil kilómetros del ropero y del refrigerador
que fácil es escribir algo que invite a la acción
contra tiranos, contra asesinos
contra la cruz o el poder divino
siempre al alcance de la vidriera y el comedor.
Viva el harapo señor
y la mesa sin mantel
viva el que huela a callejuela
a palabrota y taller. |